Tipos de erupciones volcánicas


Artículo principal: Erupción volcánica

La temperatura, composición, viscosidad y elementos disueltos en el magma son los factores que determinan el tipo de erupción y la cantidad de productos volátiles que la acompañan.

Hawaiana

Artículo principal: Erupción hawaiana

En este tipo de erupción, la lava generalmente es bastante fluida y no ocurren desprendimientos gaseosos explosivos. Estas lavas se desbordan cuando rebasan el cráter y se deslizan con facilidad por la ladera del volcán, formando verdaderas corrientes que recorren grandes distancias. Por esta razón, los volcanes de tipo hawaiano son de pendiente suave. Algunos residuos de lava, al ser arrastrados por el viento, forman hilos cristalinos que los nativos hawaianos llaman cabellos de la diosa Pele, la diosa del fuego. El volcán hawaiano más famoso es el Kilauea.

Estromboliana o mixta

Artículo principal: Erupción estromboliana

Este tipo de erupción recibe el nombre del Estrómboli, volcán de las islas Eolias (mar Tirreno), al norte de Sicilia. Se origina cuando hay alternancia de los materiales en erupción, formándose un cono estratificado en capas de lavas fluidas y materiales sólidos. La lava es fluida, va desprendiendo gases abundantes y violentos con proyecciones de escorias, bombas y lapilli. Debido a que los gases pueden desprenderse con facilidad, no se producen pulverizaciones o cenizas. Cuando la lava rebosa por los bordes del cráter, desciende por las laderas y barrancos, pero no alcanza grandes extensiones como en las erupciones de tipo hawaiano. Erupción del Estrómboli en verano de 2015 (animado).

Vulcaniana

Del nombre del volcán Vulcano en las islas Lipari. Esta erupción se caracteriza porque en ella se desprenden grandes cantidades de gases, la lava liberada es poco fluida y se consolida con rapidez. En este tipo de erupción, las explosiones son muy fuertes y pulverizan la lava, produciendo mucha ceniza, la cual es lanzada al aire acompañada de otros materiales fragmentarios. Cuando el magma sale al exterior en forma de lava, se solidifica rápidamente, pero los gases que se desprenden rompen y resquebrajan su superficie, volviéndola áspera y muy irregular y formando lava de tipo Aa. Los conos de estos volcanes son de pendiente muy inclinada.

Pliniana o vesubiana

Artículo principal: Erupción pliniana

Nombrada así en honor a Plinio el Joven, difiere de la erupción volcánica en que en esta la presión de los gases es muy fuerte y produce explosiones muy violentas. Forma nubes ardientes que, al enfriarse, generan precipitaciones de cenizas, las cuales pueden llegar a sepultar ciudades, como ocurrió con Pompeya y Herculano por la actividad del volcán Vesubio.

Se caracteriza por alternar erupciones de piroclasto con erupciones de coladas de lava, dando lugar a una superposición en estratos, lo que hace que este tipo de volcanes alcance grandes dimensiones. Otros volcanes son el Teide, el Popocatépetl y el Fujiyama.

Freatomagmática o surtseyana

Artículos principales: Erupción Surtseyana y Erupción freatomagmática.

Los volcanes de tipo freatomagmático se encuentran en aguas someras, presentan un lago en el interior de su cráter y en ocasiones forman atolones. Sus erupciones son extraordinariamente violentas, ya que a la energía propia del volcán se le suma la expansión del vapor de agua súbitamente calentado. Normalmente no presentan emisiones de lava ni extrusiones de rocas. Algunas de las mayores erupciones freáticas son las del Krakatoa, el Kīlauea y la Isla de Surtsey.

Peleana

De los volcanes de las Antillas es célebre la Montaña Pelada, ubicada en la isla Martinica, que en la erupción de 1902 destruyó la capital, Saint-Pierre.

La lava en esta erupción es extremadamente viscosa y se consolida con gran rapidez, llegando a tapar por completo el cráter formando un pitón o aguja. La enorme presión de los gases sin salida provoca una enorme explosión que levanta el pitón, o bien destroza la parte superior de la ladera. Así ocurrió el 8 de mayo de 1902, cuando las paredes del volcán cedieron a tan enorme empuje que se abrió un conducto por el que salieron con extraordinaria fuerza los gases acumulados a elevada temperatura y que, mezclados con cenizas, formaron una nube ardiente que ocasionó 28 000 víctimas.

Erupciones submarinas

Artículo principal: Erupción submarina

En el fondo oceánico se producen erupciones volcánicas cuyas lavas pueden formar islas volcánicas si llegan a la superficie. Las erupciones suelen ser de corta duración en la mayoría de los casos, debido al equilibrio isostático de las lavas al enfriarse cuando entran en contacto con el agua y también por la erosión marina. Algunas islas como las Cícladas en Grecia o Las islas Canarias en España tienen este origen.

Avalanchas de origen volcánico

Artículo principal: Lahar

Hay volcanes que generan un número de víctimas elevado, debido a que sus grandes cráteres están durante el periodo de reposo convertidos en lagos o cubiertos de nieve. Al recobrar su actividad, el agua mezclada con cenizas y otros restos, es lanzada formando torrentes y avalanchas de barro que tienen una enorme capacidad destructiva. Un ejemplo de esto fue la erupción del Nevado de Ruiz en Colombia, el 13 de noviembre de 1985. El Nevado del Ruiz es un volcán explosivo en el que la cumbre del cráter (5321 msnm) estaba recubierta por un casquete de hielo; al ascender la lava se recalentaron las capas de hielo y se formaron unas coladas de barro que invadieron el valle del río Lagunilla, sepultando la ciudad de Armero, dejando 24 000 muertos y decenas de miles de heridos.

Erupciones fisurales

Se originan en una larga dislocación de la corteza terrestre, que puede ser desde apenas unos metros hasta varios kilómetros. La lava que fluye a lo largo de la rotura es fluida y recorre grandes extensiones formando amplias mesetas, con 1 o más kilómetros de espesor y miles de km². Un ejemplo de vulcanismo fisural es la meseta del Decán en la India.

Véase también: Índice de explosividad volcánica